



Por: Yeimy Simoni Sequeira.
Las repercusiones negativas a nivel social sobre las actividades relacionadas con las drogas han incrementado, viéndose reflejado en diferentes contextos.
Un 47% de los hombres afirman haber cometido al menos un delito que tuviera relación de alguna manera con las drogas, ya sea por buscar una forma de satisfacer su consumo o por estar relacionado con este mercado en cuanto a venta y tráfico de drogas.
De modo que podemos trabajar de forma preventiva con estos fenómenos atendiendo la multiplicidad de causas que originan la necesidad de anticipar y evitar las posibles consecuencias
Al referirnos a temas relacionados al consumo y venta de drogas no podemos dejar de lado la participación de las mujeres.
Estadísticamente el papel que desempeña la mujer como consumidora de sustancias psicoactivas es menor en comparación a lo reportado en los varones, sin embargo, cuando se trata de la venta y tráfico los números aumentan; esto se debe a que la mayoría de ellas se perciben en un estado de vulnerabilidad al ser jefas de hogar y madres solteras, ven el mercado del narcotráfico como la única fuente de ingresos económicos o bien como una forma de empoderamiento. Además, el narcotráfico visualiza a la mujer como un elemento que facilita la producción, empaque, movilización y venta de sustancias ilícitas, ya que socialmente se tiene una percepción de que el mercado es perteneciente al hombre.
La adicción es una problemática de salud pública que genera repercusiones sociales.
En los casos donde el consumo inicia en edades tempranas, puede conllevar al fracaso y deserción escolar, problemas familiares, conflictos interpersonales e incluso verse en problemas legales, siendo estos los de mayor incidencia.
Existen casos donde el abuso de sustancias psicoactivas genera en el consumidor la necesidad de vivir en un estado de indigencia o condición de calle, para poder suplir la dependencia al consumo o como consecuencia a una ruptura en el núcleo familiar.
Este fenómeno también afecta la dinámica familiar del consumidor al generar cambios en su forma de vida, inseguridad ante el familiar adicto e incluso un impacto indirecto económico, así como generar un patrón de comportamiento en los menores de edad y secuelas psicológicas
Existen instituciones gubernamentales y ONG”s que brindan apoyo tanto de forma anticipada como al momento de la adicción a las drogas, brindando una intervención especializada en el área.
Estas instituciones trabajan en la prevención, tratamiento y rehabilitación, además intentan reincorporarlos laboralmente y socialmente para poder ser personas resilientes.
Sin embargo, no se ha identificado de momento la incorporación de Criminólogos como actores que pueda coadyudar a la implementación de herramientas preventivas para analizar las dinámicas de estas personas desde enfoques más integrales y anteponiendo la conducta de la persona en proceso de recuperación.
La criminología visualiza este trabajo de forma integral, abarcando análisis del entorno familiar, comunitario, económico, conductual entre otros.